
Según un
comunicado publicado en la página web del propio hospital, en el caso del
Policlínico de Roma, los pacientes acuden sólo durante el día a un ambulatorio
en el que se sigue un riguroso protocolo de intervención en tres pasos. Desde
su apertura la clínica ha concedido cerca de setenta citas, si bien sólo se han
presentado a las misma la mitad de los solicitantes.
Primero
se realiza una entrevista para diagnosticar la posible dependencia, tras esta
entrevista inicial se suceden varios encuentros con el paciente a fin de
averiguar la psicopatología que se esconde detrás de la dependencia, la cual se
trata con fármacos; y, finalmente, se intenta reinsertar progresivamente al
enfermo en un grupo de rehabilitación con el objetivo de "reactivar su
contacto con la vida y con los demás". En esta última fase se ayuda al
paciente a recuperar su capacidad de comunicación no verbal.
El
coordinador de esta unidad, el psiquiatra Federico Tonioni, explica que
"el uso patológico de Internet provoca síntomas físicos muy similares a
los que manifiestan los toxicómanos en crisis de abstinencia". Por este
motivo considera que la iniciativa del hospital romano garantiza a sus
pacientes "la contención del malestar que sufren durante el síndrome de
abstinencia de la web que se transforma en ansia, depresión y miedo
de perder el control de lo que ocurre en Internet".

En cuando
a los tipos de dependencia a Internet que tratan en la clínica, el especialista
señala que "existen cinco tipos de adicción: la cyber-sexual (dependencia
del sexo virtual o la pornografía), la cyber-relacional (relativa a las redes
sociales), el net-compulsivo (adicción a los juegos de azar, las compras, etc),
la adicción a las descargas (búsqueda compulsiva de información) y la
dependencia de los ordenadores (relacionada con los videojuegos)".
Sandra Guadalupe Mandujano Hernandez
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